viernes, 21 de enero de 2011

La rehabilitación cardíaca estimula la vida del paciente

Los expertos señalan la mejora en la calidad de vida que provoca este tipo de programas · Sin embargo, en la actualidad sólo el 4% de las personas que han sufrido un infarto acuden a rehabilitarse en una unidad especializada.

Las enfermedades del aparato circulatorio constituyen la primera causa de mortalidad en los países occidentales. Según el Plan Integral de Atención a las Cardiopatías de Andalucía (PICA), en España estas patologías fueron responsables del 35% del total de defunciones, cifra que se eleva al 38% en Andalucía. Dentro de ellas, las dos principales causas de mortalidad son la cardiopatía isquémica y las enfermedades cerebrovasculares, ocupando la insuficiencia cardíaca el tercer lugar. Esta situación provoca que haya un amplio número de personas que podrían ser candidatas para la rehabilitación cardíaca. Sin embargo, según los expertos sólo el 4% de las personas que han sufrido un infarto acuden a rehabilitarse a una unidad especializada.

La rehabilitación cardíaca es una actividad multidisciplinar que persigue, entre otros fines, que el paciente que sufra un episodio cardiovascular pueda recuperar lo antes posible su estado previo para poder llevar una actividad diaria normal y reincorporarse a su puesto de trabajo. Ángela Heredia, médico rehabilitador del Hospital Reina Sofía de Córdoba, destaca la importancia de aplicar los distintos programas de rehabilitación cardíaca para que los pacientes puedan mejorar la capacidad funcional de su corazón y una vez que se complete esta formación puedan seguirla en casa y aplicarla a su vida diaria.

Heredia aclara que "la rehabilitación no debe considerarse como una terapia aislada, sino integrada en el tratamiento global de la enfermedad" y añade que "existe suficiente evidencia científica a favor de la eficacia de los programas de prevención secundaria y rehabilitación cardiaca, ya que disminuye la mortalidad cardiaca y global, mejora la capacidad de ejercicio, disminuye la hipertensión y hipercolesterolemia y los niveles de depresión y ansiedad".

El programa incluye entrenamiento físico (ejercicio aeróbico en bicicleta o cinta, ejercicios abdominales y estiramientos), relajación y charlas sobre alimentación saludable, disfunción sexual, riesgos del tabaco y también se trata el componente psicológico de la patología cardiaca. No obstante, estas actividades tienen que tener continuidad posterior, no sólo en los centros periféricos de especialidades, sino en el ámbito de la atención primaria, para optimizar sus resultados.


Por otra parte, los cardiólogos señalan el importante papel que juegan las asociaciones de pacientes para favorecer el cumplimiento de las recomendaciones de ejercicio físico y control de factores de riesgo.

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